Camiseta «El gran huevo»

Klaus siempre se quedaba sin huevo de chocolate, no sabía cómo lo hacía pero era así, cada vez que en algún lugar o en alguna ocasión especial alguien repartía huevos de chocolate entre los niños, a él nunca le llegaba. Siempre le pillaba en el baño, escuchando la reprimenda de su padre o ese día no había ido a clase porque estaba enfermo, fuera como fuese, donde habían huevos de chocolate, ahí no estaba Klaus.

Pero Klaus se hizo mayor y se hartó de aquel destino, o más bien se obsesionó (sin paños calientes), hasta el punto de acabar en la consulta del psiquiatra tres veces por semana, pero claro, las pastillas realmente no le ayudaban a calmar su ansiedad por un huevo de chocolate.

Klaus decidió coger las riendas de su destino, y comenzó a caminar a los forrest gump, caminó y caminó sin parar durante días, meses, años... hasta que por fin lo encontró, se topó de bruces con el mayor manantial de la tierra de huevos de chocolate, donde el gran huevo preside el lugar desde las alturas.

Klaus fue feliz, nunca más se movería de allí, era su primer huevo, el único huevo pero es que era el Gran Huevo...